lunes, 16 de abril de 2012

¿Recortes o ajustes?

Me proponen desde el periódico Heraldo las siguientes preguntas con un límite de 800 caracteres.

1.- Dada la actual situación económica y la necesidad de ajustar presupuestos, ¿Qué ajustes piensa que se podrían hacer en estos momentos?
 Los recortes se vienen produciendo en la educación desde hace tiempo, bien sea con la congelación de presupuestos, con la inactividad o con la bajada de sueldo de los funcionarios. Por eso, creo que es imposible encontrar algún aspecto en el que ahorrar substancialmente del presupuesto. 

2.- ¿Qué programas o servicios considera intocables?
  Dos programas intocables por ser imprescindibles para el desarrollo económico del país y garantía de futuro son: el bilingüismo y la alfabetización en tecnologías de la información y la comunicación. 

3.- En materia de personal ¿Hace falta recortar plantillas, contratar más gente o reestructurar la organización de personal actual?
No creo que se pueda recortar en plantillas. Hasta el propio ministro ha señalado que el profesorado trabaja más de lo que sería su obligación. Los recursos humanos están capacitados, son responsables y comprometidos con su labor, a pesar de los “ataques mediáticos” que minan su motivación e ilusión. Quizás en algunos casos es necesaria una cierta reestructuración para un aprovechamiento más eficiente de los recursos pero esas remodelaciones precisan de una inversión adicional. 

4.- ¿El recorte en programas educativos, como es el caso de los relacionados con las nuevas tecnologías, puede afectar a la calidad de la educación?
La calidad de la educación tiene un elemento básico: el profesorado, pero indudablemente precisa de las TIC – omnipresentes en la sociedad del conocimiento – para desarrollar la labor formativa. ¿Podemos imaginar que en la Escuela del s.XX nos hubieran enseñando a escribir sin tener lapiceros o bolígrafos? 

5.- ¿Piensa que los recortes pueden provocar desigualdades entre la escuela pública y la concertada?


      Sí, en una situación de crisis, corresponde seguir apoyando a aquellos que son más débiles. Aunque, no hay que olvidar que sólo se aprecia aquello que nos cuesta esfuerzo, que nos exige renunciar a otros gastos.

2 comentarios:

Pcpiadg dijo...

Me gustaría saber exactamente qué quieres decir con tu última frase. ¿Son los alumnos los que no valoran la enseñanza, son los padres?¿Ha de "penalizarse" a quienes no valoren - no consigan aprobar - porque no les apetece esforzarse?

Enrique García dijo...

Soy consciente de que no es el momento más adecuado para decirlo porque puede ser malinterpretado. Pero siempre me sorprendió que un inglés pidiese un crédito para hacer un máster y nosotros, los españoles, lo pidiésemos para engordar a la banca y a los del "ladrillo".